El mar Cantábrico baña los cuatrocientos un kilómetros de la costa de Asturias, tierra de familias de pescadores y paso de peregrinos desde hace siglos convertida hoy en un destino turístico para enamorarse. Dieciocho pueblos marineros, más de doscientas playas, torres de vigía, abruptos acantilados, miradores y espacios para el surf, la pesca, la navegación, el submarinismo y el senderismo salpican un litoral esculpido caprichosamente y con grandiosidad por la fuerza de las olas que ha inspirado a escritores y pintores, que ha sido testigo de acontecimientos históricos y de escenarios de película.
Las 14.042 hectáreas de costa asturiana entre Castropol y Bustio pueden presumir de ser las mejor conservadas del país, según un estudio de Greenpeace. Gracias a la singular orografía asturiana, disfrutarás de un viaje de contrastes entre el mar y la montaña. El mejor ejemplo lo verás en la costa oriental, donde los Picos de Europa descienden hasta el Cantábrico en apenas veinte kilómetros.
Cabo Vidio
Fauna
Las localidades marineras conservan una importante tradición pesquera. En función de la época del año, pequeños y medianos barcos faenan y amarran para descargar pescados como la sardina, la merluza del pincho, el pixín (rape) o el sargo, y mariscos como las andaricas (nécoras), el bugre (bogavante), los oricios (erizos de mar) o los percebes. Productos que han dado origen a oficios como el arreglo de las redes y las conservas. Visita las rulas, donde puedes ser testigo de la animada subasta antes de salir al mercado, y los museos vinculados al mar.
La presencia de ballenas en la costa asturiana dejó su impronta en los pueblos, pues fue una importante fuente de riqueza desde el siglo XIII.
En los meses más fríos se avistaban desde la costa. Entre seis y ocho hombres salían de los puertos en sus embarcaciones para capturar al cetáceo.
Ballena
Patrimonio
La costa asturiana también conserva icnitas, huellas de dinosaurios que podemos encontrar entre Gijón/Xixón y Ribadesella/Ribeseya. Hay incluso quien habla de personajes mitológicos como les serenes (las sirenas), que engañaban con su dulce voz a los marineros; l'Home Marín (el hombre marino), un tritón que recorría el litoral, y los espumeros, pequeños y juguetones espíritus marinos con figura humana.
Te cautivarán los faros, construidos donde antiguamente se orientaba a los barcos con hogueras, y acantilados como el del Cabo Peñas, desde donde sectionisarás la ría de Avilés y el puerto de Gijón/Xixón en los días claros. Adéntrate también en los entornos de las rías del Eo, Navia, Nalón, Avilés, Villaviciosa, Ribadesella/Ribeseya y Tina Mayor.
Faro de San Juan
Ocio
Cada playa asturiana sorprende por su singularidad.
Arenales para pasar una tranquila jornada en familia, accesibles, de especial atractivo por su belleza, incluso declarados monumentos naturales, y donde vivir experiencias únicas en el agua navegando sobre una tabla de surf, con un equipo de submarinismo...
Entre los grandes placeres de Asturias encontrarás su gastronomía. Acércate a disfrutar de la hostelería del litoral y de sus productos frescos.
Salpican su costa tradicionales negocios hosteleros con encanto y reconocidos con marcas de calidad como "Mesas de Asturias" y "Sidrerías de Asturias", o con la distinción de Estrellas Michelin.
Durante todo el año, los pueblos del Cantábrico homenajean a sus vecinos más emblemáticos con jornadas gastronómicas en torno a los pescados y mariscos, como, por ejemplo, el Festival de la Angula de L'Arena y el de la Sardina de Candás, declarados de Interés Turístico Regional.
Festival de la Sardina de Candás
Fiestas que se suman a otras locales de especial relevancia, como San Roque y la Virgen de la Guía, en Llanes; Nuestra Señora del Rosario, en Luarca, y L'Amuravela, en Cudillero. En el caso de las deportivas, destacan por su trascendencia el Descenso Internacional del Sella, de Interés Turístico Internacional, y el Descenso a Nado de la Ría de Navia, de relevancia nacional.
Los intensos colores del Cantábrico y de la naturaleza se funden en cada rincón de la Costa Verde. Este litoral, una puerta al Paraíso, te atrapa y te hará sentir. ¡Déjate seducir!
Playa de Gulpiyuri